¿Cuando comencé a sentir la necesidad del cambio?
El mismo cuerpo te lo va pidiendo
y llegas a un punto cuando todo dice: Basta. mis decisiones en los últimos 3
meses no se han basado en lo la idea que me levanté cierto día y dije: 'hoy
renunciaré' todo fue como una llave del grifo que no cierra, gota a gota, la
copa se llenó. Cada gota colaboró con lo que hoy estoy viviendo.
No me arrepiento de la decisión
que tomé hace tres meses y aunque lo hiciera no puedo retroceder en el tiempo y
retractarme, para atrás ni para tomar impulso. Solo he de mirar hacia adelante,
y hacia arriba en la busca de guía celestial.
Es increíble que este fuera! no
me la creo.... por los momentos solo se que extrañaré las loqueras de los
mecánicos y algunas buenas amistades que
ahí hice pero no el trabajo rutinario. Necesito otro tipo de retos, necesito
terminar de realizar mis sueños y alcanzar mis metas, hacer todo lo que no he
podido hacer en los últimos siete años.
Trabajar en lo que me gusta,
hacer lo que realmente me apasiona. Fueron los consejos de una de las personas
que me entrevistaron para una plaza en mi antiguo trabajo, lo tomé en serio y
eso me impulsó más a decir hasta aquí llego, no más, necesito un cambio.
Cuando se ha probado la libertad
por unos cuantos días, volver a la celda es difícil y apenas tolerable. Es
increíble como trabaja la voluntad del Padre Celestial, el deja que tomemos
nuestras propias decisiones para que podamos sentir este gozo, esta
satisfacción y alegría de que lo que hice fue lo mejor. Es ahí cuando se cumple
la promesa (DyC 58:26) que no es bueno que el hombre sea compelido en todas las
cosas. Pasar por aflicciones y tribulaciones pero salir triunfantes de ellas
solo te hace sentir que quieres saltar de alegría y gritarlo al mundo:
"¡Lo hice!" Reconociendo ante todo que el Padre Celestial te ha dado
la fuerza necesaria para dar los últimos pasos.
"¿No tenemos razón para estar llenos de gratitud, a pesar de las circunstancias en las que nos encontremos?"
PRESIDENTE DIETER F. UCHTDORF
Segundo Consejero de la Primera
Presidencia, Conferencia General Abril 2014
Realmente puedo decir en este
momento que me siento muy pero muy feliz, con las esperanzas renovadas y con mucho animo
de seguir adelante con mis planes...
Los cambios son buenos, si se
toman con la mejor actitud, son aun mejores cuando tienes a tus seres queridos
apoyándote y excelentes cuando te dejas
guiar por la mano del Salvador y El Padre Celestial.
¡Mil último día en el trabajo fue
sinceramente el más alegre y emocionante de todo los siete años!
"En vista de lo que sabemos acerca de nuestro destino eterno, es comprensible que siempre que afrontamos los amargos finales de la vida éstos nos parecen inaceptables. Es como si algo en nuestro interior se opusiera a ellos.
¿Por qué razón? Porque somos creados de material eterno. Somos seres eternos, hijos del Dios Todopoderoso, cuyo nombre es Sin Fin y quien promete innumerables bendiciones eternas. Los finales no son nuestro destino.Cuanto más aprendemos sobre el evangelio de Jesucristo, más nos damos cuenta de que los finales aquí en la tierra no lo son en realidad; son simplemente interrupciones, pausas temporales que un día parecerán pequeñas comparadas con el gozo eterno que les espera a los fieles.Cuán agradecido estoy a mi Padre Celestial porque en Su plan no hay verdaderos finales, sólo comienzos eternos."
PRESIDENTE DIETER F. UCHTDORF
Segundo Consejero de la Primera Presidencia, Conferencia General Abril 2014
¡No hay finales, solo comienzos
eternos!